lunes, mayo 25, 2009

Rejunte de clases

Esto es lo que hago en el ISER en vez de estudiar y progresar.

El dibujo no está terminado, sigo completando los espacios blancos.
Está dibujado atrás de la grilla de horarios.

(En el taller de historieta me pongo a locutar publicidades)

domingo, mayo 17, 2009

Generalizando

En este país disfrutamos mucho de las dicotomías. Digo en este país porque es el único que conozco. En realidad tampoco conozco el país entero, pero Dios atiende en Buenos Aires dicen algunos centralistas. Siendo sinceros no conozco más que la mitad de mi cuarto (la otra mitad son lugares obscuros donde de seguro habita el coco), pero ese es otro tema.

La cuestión es que como decía, solemos simplificar todo a dos bandos antagónicos. Siempre en parejitas:

Los buenos, los malos; River contra Boca; los ricos y los pobres; AM y FM; tu hermana y esta (“Menéndez, dígalo en vos alta para que nos riamos todos”); el campo y el gobierno; los medios y el gobierno; la iglesia y el gobierno (bueno, digamos que el gobierno practica la poligamia). Pero existe esa tendencia a modificar la realidad para que quepa en esos dos frasquitos y quede al alcance de nuestra mano. Como el del azucar y la yerba; la sal y la pimienta…

Eso, creemos, nos facilita la vida, nos hace que “no nos volvamos locos”. “La vida es como la orina”- pensaremos-“Que la analicen los especialistas”

Y así no vemos lo que hay en el medio (que por lo general es la mejor parte, si no miren el jamón), que es tan basto y complejo y nos hace entender lo que hay en los extremos.

Yo soy el peor de los ejemplos, igualmente. Pero estoy seguro de que hay gente muy capaz, que se deja engatuzar por la holgazanería propuesta por la sociedad, que nos recomienda un pensamiento lineal, que para colmo es una recta (es decir una línea derecha) y ni si quiera dobla (cual pelota en el altiplano).

Por eso, tratemos de no ser extremistas. Miremos a los costados al cruzar, sí, pero veamos adónde estamos cruzando. Y dejemos esta teoría de los dos demonios que no se la cree nadie.

Esto no dura un minuto

“Esta semana empieza Tinelli”, me dijeron. Y esa frase que parece tan común, de todos los días como “qué fresquito que se puso” o “se me metió el calzoncillo en la raya”, esconde algo mucho más profundo. La frase “esta semana empieza tinelli”, digo.

Y para nosotros, amantes del medio, esto no pasa inadvertido. Porque conocemos los entretelones de los programas... y tenemos el oído entrenado, la mirada crítica, la nariz parada para notar que algo huele mal.

Nosotros, que reconocemos el mensaje subyaciente de la industria cultural comprendemos lo que esa frase demuestra:

Tinelli está instalado. Como un okupa de conciencias.

La gente puede ni sabe quién es su vecino, tampoco qué va hacer de su vida dentro de dos minutos. Pero sabe indefectiblemente quién es Tinelli.

Y Tinelli es un indicio, de que esta televisión autoreferente nos va a dar la papilla masticada una y otra vez. Y aunque no queramos. Aunque usted sea de esas personas que dicen “Yo no miro televisión” Va a tener a Tinelli hasta en la sopa.

Yo creo que debería existir un derecho a la NO-INFORMACIÓN. A que no ocupen nuestras mentes con algo que no queremos saber, y usemos ese espacio para algo mucho más útil como la receta del chipa.

“Esta semana empieza Tinelli” me dijeron hace poco, y yo contesté: Ah, mirá vos.