miércoles, agosto 09, 2006

¡Salud! (hol)

Ayer iba caminando rumbo al negocio por primera vez cuando, de espaldas, reconozco a una clientesa. En ese instante recordé las palabras de mi madre: "A mi ya no me importa si me saludan o no, yo voy y saludo. Después problema de ellos". Entonces me armé de valor (un valor de un peso con cincuenta) y aunque la disposición de los cuerpos en la vía pública era incómoda sin contar aquellos obstáculos de movimiento aleatorio que la seguían (parientes, supongo), hice una gran maniobra de acrobacia urbana y logré desprender un firme "HOLA" con cara de indio Siux estreñido (debido a la concentración). Después no sé si: habrá pensado que me dirigía a otra persona; no quiso hacerse cargo de que conocía a semejante pelotudo que se te cruza adelante y después gira rápidamente haciéndose el Zoolander y asustando a la abuela; no se acordaba de mi; o simplemente me equivoqué de persona, pero la mujer siguió en la suya charlando y posteriormente se cruzó de vereda.

De ahora en más mi premisa será distinta: "No sé si será conocido, desconocido, la mascota de Facundo Arana o mi tía. Yo no saludo una mierda y que searreglen ellos".
Aunque no tendría mucho sentido ya que no conozco tanta gente...Supongo que ese lujo de hacerse el indiferente sólo pueden dárselo personas que gozan de cierta popularidad, como lo fue Perón. Que era popular, pero no sé si gozaría por eso. Gozar con una multitud de miles de obreros descamisados repletos de sudor no hablaría muy bien de su imagen de militar y hombre de familia.

En fin, arréglense ustedes.